A VUELTAS CON LOS TIEMPOS

Ya lo he dicho otras veces, mucho ha evolucionado esto del triatlon, en muchos aspectos a mejor pero en otros, para viejos veteranos como yo, a peor. Recuerdo con cariño y a veces con añoranza las pruebas a las que acudiamos en grupo la gente de la zona. Había pocas pruebas y allí estábamos todos cada vez que se nos presentaba la ocasión. Preparados "pal turismo" cada uno con su perola de comida para compartir con el resto, alrededor de una mesa y escuchando batallitas de los mayores con admiración. Mucho tiempo me llevé viajando con ellos: Alberto Arias, Alfonso Alias, el tristemente desaparecido amigo Peragón (¡Cuánto me acuerdo aún de tus cosas cuando viajo¡ ¡y qué buenas risas que echábamos¡¡¡), Juan Pérez, Juan Ramón, Alfonso y compañía. Cualquier sitio era bueno para dormir (¿verdad Juan Ramón?), para comer o como medio para viajar. Con cuatro duros nos lo pasábamos de muerte y a nadie le importaba si alguno salía el último del agua (yo mismo), se bajaba de la bici en una cuesta o se pasaba unos buenos kilómetros andando, ahí todos eramos iguales y el objetivo era simplemente el deporte por el deporte.

Lejos quedan ya esos días y compararlos con lo actual lleva a la nostalgia. Ahora si haces 14 horas en un IM parece que no tiene mérito y si corres con las piernas llenas de pelos o con una bici de segunda mano del decathlon eres menos triatleta. Ahora lo que se lleva es admirar y tener como amigos a gente que corra mucho, nade y ande en bici, que tenga buenas marcas en IM y que nunca vea un 3 corriendo una maratón. Si tienes un amigo que la corre en 4h que no se entere nadie. Lo veo y lo escucho a diario. Por eso muchos jóvenes, que ni siquiera habían nacido cuando eso pasaba no saben lo que se perdieron. Recuperar y encontrar ese espíritu (que aún se puede hayar entre amigos triatletas y en algunas pruebas) es mi objetivo, mi ilusión.