lunes, 13 de enero de 2014

ES POSIBLE


Motivación, motivación, motivación. ¿cuántas veces al cabo de la semana vamos escuchando esta palabrita? Es muy fácil decir “cuando las cosas parezcan difíciles no te rindas, levántate cada vez que te caigas, no desistas, se constante, inténtalo de nuevo...” pero a veces es verdad que los contratiempos que nos surgen en el día a día nos hacen desistir de nuestro esfuerzo. No es porque el premio no sea interesante pero a veces ese premio, que la mayoría de las veces en nuestro caso esta a meses vista puede hacerlos ver que el esfuerzo personal diario no compensa.
Siempre me gusta decir que con la cultura del esfuerzo todo iría mucho mejor, esforzándonos somos mejores en nuestros trabajos, en nuestros estudios, en cualquier ámbito en el que nos movamos y por supuesto ese esfuerzo es fácil que nos llevará a ser mejores personas y a valorar en su justa medida nuestros éxitos
sin necesidad de compararnos con nadie.
El objetivo de este esfuerzo debe ser que podamos todos ser un poco mejores y puestos a pedir, que es de las pocas cosas que hoy en día son gratis, ser y hacer felices a los demás y que de ese esfuerzo y ese disfrute vivido consecuencia de esa lucha, podamos, como el cuento de “El buscador de Jorge Bucay”, poder escribir muchos años en nuestras tumbas, señal que lo vivido y disfrutado han conseguido que hayamos podido aprovechar cada segundo que la vida nos depara.
Esforzarse nos debe acercar a cumplir con nuestros sueños. Si tienes sueños, lucha por ellos. Que no puedas, con el pasar de los años, decir que no lo conseguiste porque no luchaste. Si necesitas motivación búscala, pero sobretodo no te rindas.  En eso estoy yo ahora...