TERMOMIX ¬ POWERTAP

Es que me voy haciendo viejo, la verdad, y ya no entiendo a los jóvenes. En mis tiempos corríamos con un reloj de plástico que regalaban con cualquier paquete de magdalenas y éramos felices, cuando montábamos en bici le preguntábamos al “pudiente” del grupo por la velocidad a la que íbamos, más por curiosidad que por otra cosa y nos lo pasábamos de muerte, y parece que hoy se avergüenzan de ti si no llevas las piernas afeitadas, no llevas tus correspondientes instrumentos tecnológicos o vas montado en una bici de menos de 500 euros. Hoy si no tienes un Powertap o una rueda aero eres un auténtico mierdecilla y por todos los círculos, cercanos o lejanos nada más que oigo hablar de potencia, de la normal eh¡¡¡ que la sexual también parece que ha pasao de moda, de cuadros, ruedas, sistemas de entreno y rendimiento. Ya parece que se olvidaron las largas salidas con los amigos, con parada obligada en la venta, con la tapa de menudo de por medio. Ahora ya nada más interesa el rendimiento y como registramos todo, los aparatitos de las bicis marcan tantas cosas que al final no sabes ya, si vas en bici o en avión. Ya poco le faltan a esos infernales aparatitos para tenerte controlado, aunque todo se andará.
Mi madre y mi mujer son buenas cocineras y yo aficionado a la buena mesa y me aprovecho de ello. Aquí y allí, siempre han cocinado a fuego lento, sin termomix, ni superchef... y estamos más bien criaos que la mar, por eso y por más, yo soy partidario que en el deporte, como en la cocina, como el fuego lento no hay ná, ese fuego lento que forja al deportista no solo físicamente, sino mental y moralmente. Ese fuego lento, que nos ayuda a ser mejores como personas y a a disfrutar de lo que nos rodea. RECORDADLO: con las piernas llenas de pelos, con el pecholobo, sin powertap y con rastrales, también podemos ser buenos deportistas.