Los que me conocen saben que siento especial admiración por aquellos deportistas luchadores que se lo curran, que superan retos llevando hacia delante sus situaciones familiares y laborales sin descuidarlas, deportistas que no viven de esto y que a pesar de las dificultades no se rinden. Algunos nunca tendrán un titular, ni lo buscarán, muchos permanecerán en el anonimato, otros conseguirán superarse y recibirán el reconocimiento de quienes lo rodean haciéndose un hueco entre la patadita de Cristiano o la hernia de Guardiola. Para mi es más sencillo verme reflejado en los primeros que no acaparan titulares pese a merecerlo con creces que a estos últimos que los acaparan incluso cuando no se lo merecen.
De entre los consagrados busco aquellos que hicieron y/o hacen de esto un estilo de vida más allá de superar una marca, obtener un record o conseguir un trofeo. Guardo videos que me motivan, que me hacen sentir que las cumbres, como dijo aquel, hay que alcanzarlas simplemente porque están ahí, sin otro tipo de cuestionamiento y que disfrutar del camino es el objetivo.
Uno de mis videos favoritos, que me ayuda a reflexionar, es este que os dejo aquí del Informe Robinson. La historia del Iñaki Otxoa y sus últimos días. De su pensamiento, de su forma de ser y de la forma en que vivió su vida muchos tendríamos que aprender. Espero que para los que no lo hayáis visto ya, se convierta en una fuente más de inspiración.
1 comentario:
Buena y sentida entrada.
Iñaky, un ejemplo.
Un abrazo
p
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