jueves, 30 de diciembre de 2010

LA FUERZA DE VOLUNTAD

A la hora de obtener buenos resultados (medidos en realizar una marca, cumplir un reto o simplemente ganarle a un compañero de club) se utilizan unas serie de medios que nos ayudaran a ser más resistentes, veloces, fuertes y flexibles. Estos aspectos correctamente desarrollados, unidos a nuestra capacidad de sufrimiento y motivación, una vida saludable y a una correcta planificación nos ayudaran a disfrutar más y mejor de las competiciones y los entrenamientos. No obstante, en el caso de los “deportistas ocupados” hay otra faceta, en ocasiones no tan valorada, que nos diferencia a unos de otros y que en ocasiones marca la línea entre el éxito (como quiera que cada uno lo considere: para mi es un éxito disfrutar cada vez que puedo de mis entrenos y competiciones) y la frustración.
Es la FUERZA DE VOLUNTAD, esa fuerza que nos ayuda a hacer frente a los entrenos cuando en días como hoy llueve y ventea, esa fuerza de voluntad que hace que nuestros vecinos nos miren perplejos cuando nos ven salir a la calle enfundados en nuestras mallas un día tras otro, esa fuerza de voluntad que tras jornadas agotadoras de trabajo (para unos más que para otros) nos ayuda a salir a horas intempestivas a nadar, montar en bici o correr. La minusvalorada fuerza de voluntad es la que nos mueve y nos permite seguir sintiéndonos deportistas. No os equivoquéis, no es el último modelo de zapatillas voladoras, ni en dispositivo Gps, ni el medidor de potencia, ni el cuadro aero quien os hará mejores deportistas y más competitivos. Quien os hará (nos hará o nos hace) mejores deportistas es nuestra cabeza, que bien amueblada, también nos ayudará a ser mejores personas. Porque eso es, precisamente, lo que es ser un buen deportista.

4 comentarios:

ale dijo...

Amén....
¿Tu en otra vida fuiste cura no? jajajajajaja (vaya sermones, digno un obispo por lo menos )jajajajajajaja

JUAN ANTONIO BRUZON SAAVEDRA dijo...

Que lo dices por mi coronilla?? jaja

FRAN dijo...

Hace muchos años, terminé una media maratón con un resultado que creí bastante bueno. Se lo dije a Juan y me preguntó ¿Has sufrido?. No, le contesté. Pues entonces, es una mierda.
Juan, tú no te acordará pero prometo que es verdad. Desde ese día, empecé a aguantar más el sufrimiento en competición y mejoraron las marcas. A esto lo podemos llamar "fuerza de voluntad inducida".
Hace poco aproveché ésto y a un compañero le dije: hasta que tú no te creas de lo que eres capaz, no vas a avanzar.

Anónimo dijo...

Este año te sales...

Se te nota la motivación


feliz año a todos

ricardo