MI LUCHA CONTRA EL RELOJ

Desde hace tiempo establecí una lucha contra el reloj, lucha ésta que ha ido evolucionando como mi vida misma, mi lucha ha dejado de ser una lucha para rebajar mis marcas, una lucha para ser capaz de nadar en menos tiempo, recorrer una distancia en bici o correr más rápido para ser una lucha por disfrutar ese tiempo que nos va quedando libre fuera de la rutina de nuestras obligaciones profesionales. Necesitaba este año buscar nuevos horizontes, nuevos retos que me ayudaran a volver a la senda que siempre me ha gustado recorrer. Nunca me gustó estar unido a una planificación, pendiente de una prueba en el año... no me gustó y es justo lo que he estado haciendo estos últimos años, quizás lo mejor para rendir es eso pero seguro que no es lo más sano para nuestra mente. Quizás sea una paranoia, pero siento que de esta forma los años pasan más deprisa que cuando vamos pasito a paso, cuando no depende nuestra vida de una marca, un puesto o de ganar a uno u otro, cuando disfrutamos de hacer deporte sin más y la competición no es el fin sino solamente una consecuencia. Cada vez leo más y más a los demás cuando hablan de disfrutar de cada momento de soledad en el entreno pero en muchas ocasiones creo que es más una verbalización o un exhibicionismo en busca de que los demás crean lo que ellos mismos no creen, que otra cosa. Mis tiempos ya no me importan, puedo seguir mejorando algunas cosas, seguro, pero ya no volveré a correr tan rápido como lo hice ni podré ganar a muchos de los jóvenes que empujan y a los que hay que dejarles sitio. Mi deporte, el triatlon, es lo que es, y no puedo pretender que sea lo que fue, ni lo que me gustaría que fuese, por eso en este año, de transición para mi, quiero afrontar retos diferentes, donde mi único objetivo sea la meta sin más, estar cerca de mis límites de resistencia, volver a intentar disfrutar de mi camino y de los compañeros de viaje. Así intentaré estar, si me respetan las lesiones que ahora no lo hacen, en los 101 de Ronda, iniciarme en la ultradistancia es algo que siempre ha estado ahí, en mi mente y que por una u otra razón nunca he podido afrontar, veremos si somos capaces. Como siempre les repito a mis alumnos: la más larga caminata se inicia con un paso... yo ya la he iniciado.