Muchas vueltas, poco tiempo, mucho
estres... Trabajo, examenes, la comunión de mi hija...
demasiadas cosas para encadenar entrenamientos que provoca que pase muchos días en
blanco y sin actualizar el blog.
Así ya pasó el Ironman de
Lanzarote donde todos los amigos y compañeros que lo
realizaron cumplieron sus objetivos con creces. Felicidades a todos
(Poty, Hector, Ramón, David, Sergio, Alberto, Ale...). Mención
especial para mi pupilo Ale Castañeda que con mucho esfuerzo y dedicación
finalizó por debajo de las 11 horas. Los sacrificios siempre
tienen recompensa y sin duda debe felicitarse por ocupar en la
clasificación de papis-trabajadores un puesto destacado. Ahora
a descansar y a pensar en el próximo objetivo.
Yo por mi parte también
participé ese mismo día en el Triatlón de
Sevilla. Macroprueba, supermasificada, con múltiples salidas y
un buen despliegue. En su contra, un circuito muy rápido y
peligroso donde se produjeron muchísimas caídas,
algunas de ellas bastante fuertes. (Ánimo al amigo Chema Tizón
con su rotura de clavícula, cuando menos te lo esperes estás
otra vez en la batalla). El nivel medio ha subido mucho y las organizaciones deben plantearse si la seguridad de los triatletas está asegurada con estos circuitos revirados donde el cóctel velocidad / grupos numerosos hace que se multipliquen las caídas.
Mi participación pasó con
más pena que gloria, realizando una pésima natación,
una buena bici hasta que se produjo una fuerte caída en mi
grupo y una carrera, a ritmo, adelantando a mucha gente para terminar
en una mediocre 52 posición. Si queremos hacer algo bueno en
el Ironman de Gales habrá que mejorar y mucho, no queda otra.
La próxima parada será en
el Campeonato de Andalucía en Málaga, allí
espero estar mejor y de paso disfrutar más.