Ya han pasado las dichosas fiestas: comer, comer, gastar, gastar. Este año con el tiempo meteorológico inclemente, parece que muchos no hemos podido casi ni hacer otra cosa. No hemos podido casi ni quemar grasa, cada año, después de los excesos, un buen tute en bici o a pie nos hacía quedar en paz con nosotros mismos y creer poder eliminar esa grasa incómoda que nos provoca a algunos tener solo un abdominal. Todavía no he recurrido a los quemagrasa que invaden el mercado, pero cada vez que paso por mi cocina me lo pienso...
Pasado ya todo esto, ahora es el tiempo de hacer promesas deportivas para este año que acabamos de empezar. Yo voy a procurar perder peso comiendo menos “chucherías” y entrenando un poco más y mejor, intentaré dejar de nadar como los surferos para que no me tengan que llamar más la atención en la piscina, intentaré que se me olvide algún día el pullboy en casa, procuraré aprender algo de mecánica de bici y de vez en cuando pasarle un pañito a la bici para que ande mejor, cogeré la bici de montaña, -que ya tengo en casa gracias a la gentileza de amigos selectos- (prometo foto conmemorativa) un poco más para no tener que bajarme cada vez que veo una cuesta abajo con dos raíces y lo más importante, prometo seguir disfrutando de todo esto, que es apasionante. ¡Nos vemos en cualquier carrera¡
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