DESAFIO DOÑANA. FIN DE TEMPORADA

Pues si, a descansar, ya lo estaba deseando después de otro nuevo año estresante. Ya solo me queda hacer fotos en el Triatlón de Chiclana y arrimar el hombro todo lo que pueda y me dejen en el Triatlón Titán.

El sábado participé en la tan criticada prueba Desafio Doñana. Ya se ha escrito todo lo que ha estado mal antes de la prueba. Yo, como siempre, haciendo gala de mi actitud positiva me quedo con lo bueno. Mi intención era disfrutar, y creo que lo conseguí. Correr en soledad por Doñana, no tiene precio, a lo mejor el año próximo corren 2000 y ya no tendrá encanto. Compartir pelotón, mientras pudimos, con los pros también es bonito, aunque aquí la organización deberá reflexionar. La seguridad es lo primero y el circuito era peligroso: se podrían haber evitado giros, rotontas y cruces en muchos sitios. Se nota que Peter Read no es de Cádiz (el año próximo que nos pidan consejo a los de la zona). La muestra es que algunas de las caídas eran totalmente evitables. A esta peligrosidad se le une la inexperiencia de muchos de los que conformábamos el pelotón, que hacía que esta peligrosidad se multiplicase. No obstante rodar por estas carreteras con tráfico cortado es un gustazo. La natación muy bonita: tranquila, sin golpes (¿verdad Quini?) y la transición a pie para muchos un suplicio. El traje era opcional y muchos optaron por no usarlo lo que provocó que no pocos sufrieran calambres lo que en esas aguas también es un riesgo añadido. La carrera a pie, para mi, lo mejor. La soledad del corredor de fondo en su máxima expresión. Meta. Esperando la zona de relax que nunca olvidaremos, nos quedamos en nada, la verdad es que no había nada especial. Si algunas carencias, subsanables. Al final, y es lo de menos 2º de mi grupo y trofeito de recuerdo en una gran y cara supongo, entrega de premios que recordó a más de uno a una boda.

Felicitar a todos los que concluyeron y en especial a mi compañero de prueba, Quini, con el que compartí gran parte del recorrido. A Carlos Bernabé, extremeño, compañero de Ironmans, al que hacía tiempo que no veía, que fue quien ganó mi grupo de edad y a mi compañero de club David Benítez que lo bordó quedando el 9º absoluto y tuteando y vapuleando a más de un Pro.